Porto - Portugal
Un gran número de los viajeros que visitan Oporto
tienen en mente visitar la Livraria Lello. Resulta un destino que no deja
indiferente a sus visitantes. Los hay que están entusiasmados con conocer este
bello y coqueto comercio, y los hay que no entienden porque la gente está
dispuesta a pagar y hacer largas colas para entrar a un comercio. Todos ellos
tienen razón. La Livraria Lello reúne en pocos metros cuadrados lo mejor y lo
peor de una atracción turística, con miles de opiniones contrarias y todas
ellas igual de validas.
Si uno se acerca a su fachada neogótica y contempla su
imponente escalinata de madera que preside el centro del local, puede llegar a
entender el porqué de su éxito.
Fue en este lugar donde la escritora J.K. Rowling encontró
parte de la inspiración para crear la popular saga Harry Potter, pues la biblioteca
de Hogwarts encuentra su antecedente en Lello. Un dato que, desde que se
popularizó, ha atraído a miles de fans de todo el mundo, hasta el punto de
llegar a más de 3.000 visitantes por día. Como no podía ser de otro modo, los
ejemplares que más venden son los de la saga del joven mago. En nuestra visita había
también un espacio de protagonismo para el Principito y en la segunda planta un
reservado para las obras del famoso escritor portugués José Saramago.
El éxito del emblemático lugar es tal que sus
dueños tuvieron que ingeniarse drásticas soluciones. En un inicio, se trató de
prohibir hacer fotografías de cualquier tipo, pero se acabó comprobando que
esto era algo muy difícil de controlar. Acabaron teniendo que poner un
precio a la entrada con el objetivo de “regular el flujo de turistas y
transformarlos en lectores”, explica. Y es que no todo el que acude a este
templo de la lectura acaba comprando un libro. Por ello, la familia Lello pensó
en motivar dicha compra descontando del precio del libro lo que vale la
entrada. Sin embargo, esta tarifa ha ido incrementando con el paso de los años,
y parece conseguir un efecto llamada, pues la afluencia de visitantes cada vez
es mayor, y la tarifa ha pasado de los 3€ iniciales, a 5€ y actualmente va por
los 8€ por persona.
Estantes altos y tallados, escaleras de madera que brilla
con elegancia, alfombras mullidas, luces de una decoración palaciega… Todo
parece mágico en la librería Lello de Oporto, pero no lo es. Para acceder al
lugar debes programarlo previamente comprando online el ticket de entrada. Ésta
te asignará una franja horaria de visita, lo cual no te evitará ni las colas ni
la masificación. Deberás hacer cola con los mismos usuarios de tu franja
horaria, y una vez dentro, te revolverás entre personas para encontrar un rincón
tranquilo donde disfrutar y fotografiar. Sus estanterías están repletas de famosas
obras literarias, la mayoría de ellas bajo la edición propia de la marca de la librería.
A mi parecer, este detalle desmerece una de las premisas de una librería,
dejando de ser un almacenamiento de obras literarias particulares en las que
normalmente siempre se consigue un hallazgo interesante, para pasar a ser una
tienda de recuerdos en formato de libro y bajo el paraguas de obras literarias
famosas.
A mi modo de verlo, la Livreria está muriendo de éxito. Morir
no significa que la gente deje de ir, sino que hay tanta afluencia que lo que
en un momento era bello y desconocido termina siendo algo casi banal y perdiendo
su esencia de alcoba de manuscritos, para ser un comercio de recuerdos
turísticos literarios.
Pero la otra cara de la moneda nos regala un local majestuoso.
El edificio de la librería Lello fue diseñado por Francisco Xavier Esteves,
un ingeniero con un gusto especial por las letras, algo
que influyó en su arquitectura.
Su colorida fachada neogótica destaca por las pinturas
que simbolizan el Arte y la Ciencia y su interior, de estilo art
noveau es realmente impresionante. Altas estanterías de madera (algunas de
ellas presididas por los bustos de los autores), una preciosa escalera
roja en el centro que se lleva todo el protagonismo, un suelo impresionante, un
techo que parece preciosa madera tallada pero que en realidad es yeso y unas
vidrieras en los cristales que la convierten en una librería única en el mundo.
En esas vidrieras, se puede leer la expresión en latín Docus
in Labore, que significa dignidad en el trabajo.
Un poco de historia:
La librería propiamente dicha, excluyendo el edificio que
ahora la alberga, tiene su origen en la librería internacional de Ernesto
Chardron, fundada en 1869 en la Rua dos Clérigos.
En 1894, tras varias adquisiciones, la librería llegó a
manos de la familia Lello. Los hermanos Lello empezaron a buscar un espacio
donde poder construir una librería para guardar todos los libros de Ernesto
Chardron. Así, en 1906 nació la librería Lello, precisamente donde está ahora,
en la Rua das Carmelitas.
Su apertura fue un momento determinante en la vida cultural
del Oporto del siglo XX.
Además de la cobertura mediática, que se extendió a los
periódicos internacionales, estuvieron presentes grandes escritores
portugueses, como Guerra Junqueiro y Júlio Brandão.
No es difícil imaginar el impacto que la apertura de la librería
Lello tuvo en Oporto.
Para comprenderlo plenamente tenemos que retroceder cien
años a una época en la que la difusión de la información era muy lenta, y los
medios para hacerlo muy escasos. Los libros y los periódicos eran el centro de
la vida cultural, definían las tendencias e impulsaban los grandes debates del
siglo XX. Por tanto, la apertura de una nueva librería era de suma importancia.
Además, el edificio era técnicamente pionero, ya que fue el
primer edificio de Oporto construido con hormigón armado, en estilo neogótico.
Un verdadero lujo para los ojos del siglo XIX, un encanto que perdura hasta
hoy.
Durante muchos años la ciudad ha ‘aprovechado’ para expandir
rumores sobre cómo Rowling se había inspirado en diferentes ubicaciones de
la ciudad para la saga literaria: que si las escaleras de Hogwarts están
inspiradas en las de la librería Lello e Irmao, que si escribía en el famoso
Café Majestic, que si Slytherin se llamaba Salazar por el dictador portugués,
que si la librería sirvió de inspiración para el despacho de Dumbledore o para
Flourish y Blotts… Y así con un millón de cosas.
¿Qué hay de verdad? Pues no lo sabemos a ciencia cierta,
pero Rowling ya ha desmentido la parte de la librería y ha confirmado que
escribía en el Majestic. Así que, leyenda desmentida por la propia autora.
Aún así, es una realidad que la librería ha aprovechado la
situación y tiene una sección entera de ediciones especiales de Harry
Potter en varios idiomas.
La exposición "O Triângulo de Camilo" trae de
vuelta a Oporto, más concretamente a la Librería Lello, el Manuscrito do Amor
de Perdição de Camilo Castelo Branco. El nombre no podría ser otro que este.
Porque estamos hablando de triángulos amorosos, pero no sólo eso: el triángulo
amoroso de Simão Botelho, Teresa de Albuquerque y Baltasar Coutinho, o el
triángulo amoroso de Simão Botelho, Teresa de Albuquerque y Mariana da Cruz;
también el triángulo que marca la vida del autor, que dicta su detención y la de
su mujer fatal, Ana Plácido, por el delito de adulterio; el triángulo que une
tres instituciones de Oporto intrínsecamente vinculadas a Amor de Perdição y
Camilo Castelo Branco, el Centro Português de Fotografia (antes Cadeia da
Relação), donde el autor está encarcelado en la celda 12, el Tribunal de
Apelación de Oporto, donde Camilo fue absuelto del delito de adulterio; y
Librería Lello; y es finalmente el triángulo que une a la Biblioteca General de
la Universidad de Coimbra, socio técnico de esta exposición, el Real Gabinete
Português de Leitura, que desde el primer minuto dijo sí a la posibilidad de
traer este Manuscrito a Oporto, y una vez más , por supuesto, la Librería
Lello.
LIVRARIA LELLO
Rúa das Carmelitas, 144
4050-161 Porto, Portugal