jueves, 13 de abril de 2017

Bárdenas Reales



Iniciamos nuestra escapada de Semana Santa a un rincón que ha sido lugar de paso en innumerables ocasiones, pero nunca antes se nos lo habíamos planteado como zona de parada o destino. El interés surgió a raíz de un relato que nuestros amigos Conrad y Loli habían hecho con motivo del viaje que hicieron por esta zona.
Así que, como todo viaje que se precie, recopilamos la pertinente información, que cabe decir que no es todo lo específica que resulta ser en otros destinos más populares, y trazamos los puntos de interés, montando así una breve pero intensa escapada por tierras Navarras.

JUEVES 13/04
Este año nos ha sido imposible salir antes. Después de comer ponemos rumbo hacia la población de Arguedas. Nuestra intención es pasar la noche en la cercana Ermita de la Virgen del Yugo. Los kilómetros van pasando constantemente y la tarde va cayendo. Llegamos finalmente con los últimos rayos de sol y para nuestra sorpresa, lo que imaginábamos que sería un lugar de pernocta aislado y solitario, resulta ser un lugar muy concurrido tanto por autocaravanas como por furgonetas. Cansados de tantos kilómetros, nos ubicamos en uno de los pocos espacios que quedan sin desnivel y salimos a dar un agradable paseo para estirar las piernas y reconocer la zona.

VIERNES 14/04

La mañana se presenta tranquila, de momento. Mientras estamos almorzando, los chicos ven por la ventana gente corriendo, como si estuvieran calentando para una competición atlética. Nos pica la curiosidad y salimos en pijama a ver de qué se trata. Para nuestra sorpresa, en menos de una hora tendrá lugar una competición atlética popular que pasará justo por el camino donde estamos. Sin pensárnoslo dos veces, los niños se visten y se preparan para ir a correr. Se trata de una cursa corta, en el que no hay tiempo para dosificar esfuerzos. Y una vez finalizada, un almuerzo a base de refresco y bocadillo de panceta tamaño XL para recuperarse, a parte de un obsequio en forma de camiseta técnica para todos los participantes.
Acabamos la mañana dando una vuelta por los alrededores de la Ermita del Yugo.


Retomando los planes iniciales, ponemos rumbo hacia el Parque Natural de las Bardenas Reales, punto fuerte de éste viaje. Pasamos por el centro de información donde amablemente nos explican el sentido de circulación, las zonas de máximo interés y las zonas previstas para paradas. Nos adentramos a través de una carretera asfaltada hasta que llegamos a la pista de tierra que hace la ruta circular por este desértico paraje, junto a un cuartel militar. No tardamos mucho en hacer la primera parada. Nos encontramos en la zona conocida como el Barranco Riva Blanca, donde podemos visitar una serie de desagües con formas caprichosas que hacen a la vez de laberinto. Hay que ir con mucho cuidado, pues las formaciones son frágiles y la acción del paso de las personas las puede deteriorar con suma facilidad.




Nuestra siguiente parada será en los aledaños del Embalse de Zapata. Es sorprendente encontrarse con éste humedal en tierras tan agrestes.
Siguiendo el camino circunvalar, el siguiente destino es la formación conocida como Sanchicorota. Es a partir de aquí cuando comenzamos a apreciar las formaciones tipo montículos en las que la fragilidad se acentúa más si cabe, hasta el punto que muchos de los accesos están prohibidos y vigilados por el personal que custodia el Parque.
Vamos avanzando y parando. El camino se hace largo, pero es que cada rincón tiene un encanto personal digno de ser admirado. Finalmente vamos dejando para lo último las formaciones más conocidas del Parque. Por un lado el montículo de Castildetierra, con su sombrerete suspendido como si un juego de malabares se tratase. Por el otro lado está el Cabezo de las Cortinillas, cuyos 370m de altitud se pueden alcanzar por medio de una senda de infinitos escalones.
El día se va acabando. Nosotros cansados por la actividad de la mañana, el sol abrasador del día y los kilos de polvo que arrastramos en nuestra incursión por ésos parajes desérticos, nos dirigimos a la cercana población de Arguedas, la cual disfruta de una envidiable área de Autocaravanas situada en uno de los extremos de la población. Es aquí donde encontramos la última sorpresa del día, unas casas-cueva que en su día hicieron el uso de vivienda y que actualmente están acondicionada para la visita libre.
Toca ducha reparadora y dejarnos caer por nuestro propio cansancio en un plácido y profundo sueño.
               
SABADO 15/04
Para ésta mañana tenemos concertada una visita con Miguel, propietario y artesano que se dedica a hacer escobas de palma de mijo. Muy amablemente nos recibe en su casa y nos obsequia con una extendida explicación del uso de las diferentes máquinas que intervienen en la fabricación de las escobas, así como una demonstración de ellas. El taller es pequeño pero muy bien aprovechado, y la fabricación es artesanal, ayudado con pequeñas máquinas que facilitan las tareas de corte, torneado y cosido. Nos vamos con un muy buen sabor de boca al poder compartir con los niños un oficio tan artesanal y por conocer a un maestro apasionado de su oficio, haciéndonos un poco más humano un oficio que la sociedad se ha encargado de industrializar como tantos otros.





Aprovechando que hoy es sábado, dedicaremos el resto de la mañana y parte de la tarde a visitar la cercana capital de Tudela. Su casco antiguo peatonal facilita visitar esta población tan activa, donde disfrutamos de rincones como su activo Mercado Municipal, su concurrida Plaza de los Fueros, la monumental Catedral, o el entramado de calles y callejuelas repletos de pintorescos comercios, algunos de ellos devolviéndonos a recuerdo de tiempos de nuestra infancia.
Nuestra última parada del día, al igual que ayer, será en la cercana población de Arguedas. Están de Fiestas locales, y en el día de hoy han vallado la calle principal y sacan las vaquillas a correr. Aquí encontraremos seguramente opiniones para todo, de los más conservadores y tradicionales hasta los más liberales y proteccionistas, pero sí que es verdad que se respira un aire festivo y de tradición en el que no nos hemos sentido incómodos en ningún momento ni por la actividad en si ni por el trato que los animales puedan haber sentido.


DOMINGO 16/04
Esta noche hemos pernoctado en el parquin de Sendaviva dado que la intención es dedicar el día de hoy a este parque faunístico y de atracciones. Y ha resultado ser todo un acierto, pues la cola de vehículos que inunda la carretera de acceso al parque es descomunal desde primera hora de la mañana.
Teníamos muchas dudas si visitar el parque, pues no acababa de convencernos las posibilidades que nos ofrecía. Personalmente creo que el parque puede dar más de sí, más teniendo en cuenta si comparamos las tarifas con otros parques, pero también es bien cierto que el día que hemos pasado ha estado completo y muy activo, con lo que salimos con la sensación de que el parque había cubierto de sobras nuestras expectativas. Se trata de un parque faunístico combinado con atracciones, zonas de picnic, zonas de espectáculos y zonas de recreo. Esta diversidad le confiere que la jornada se haga muy amena, para nada monótona. Po suerte el día que hicimos la visita no había excesiva gente, con lo que pudimos disfrutar tanto de las atracciones como de las visitas y espectáculos de forma continuada, con pocas espera. A nivel personal, lo que más destacaría sería la visita de la Mansión Encantada, donde un grupo es guiado a través de diferentes estancias siguiendo el hilo de una inquietante historia, y la gran tirolina, en la que los segundos antes de realizar el salto no pasan tal como si se hubiera detenido el tiempo. En resumen: un parque con vocación familiar sin grandes pretensiones y con una gran diversidad de entretenimientos que cubren una gran jornada, pero poco más.
Hoy también acabamos el día extenuados. Ya es tarde cuando salimos del parque, ero aún nos quedará un breve desplazamiento hasta la población de Cascante, donde pernoctaremos en su conocida área de autocaravanas.



LUNES 17/04
El día de hoy no tiene mucha historia. Nos levantamos sin muchas prisas. El plan está muy definido y sin complicaciones. Pasar la mañana en el cercano Termolúdico de Cascante. Una gran piscina interior da paso a diferentes vasos donde poder recrearse con cascadas, chorros, zonas de masaje, jacuzzi… donde relajarnos, jugar, pasar el rato y compartir momentos.
Dedicamos la mañana entera a remojarnos, hasta que el nivel de arrugas en las yemas de los dedos es tal que optamos por volver a la AC.
El viaje va tocando a su fin. Ya solo nos queda comer y preparar las cosas para el viaje de vuelta. Nos llevamos un gran recuerdo de esta pequeña escapada, y bien podemos decir que para nada esperábamos que esta zona diera tanto de si para entretenernos tantos días.
Y como no, el camino de vuelta, como viene siendo costumbre, lo llenamos con ideas de cuáles pueden ser nuestros próximos destinos. No tenemos cura.

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