Ratpenat BTT

En esta ocasión acometeré la aventura en solitario, devido a la baja inesperada de mi hermano. Se trata de la Ratpenat, una marcha cicloturista

nocturna de 45km organizada por el Club Ciclista Roses. El interés que me despertó para participar en este evento está en la novedad del formato para mi, pues nunca he hecho una marcha nocturna en btt, y el escenario donde se desarrollará, el Cap de Creus.

Despés de más de media hora de neutralización, se retoma la marcha, sin que el suegro haya dado señales de vida. El pobre hombre es ya famoso en todo el pelotón. El paso nocturno por Cadaqués es muy bonito. La piel de gallina ver por esas calles 150 ciclistas con sus frontales en fila de a uno, con la calma que reina a esas horas de la madrugada.

Pasamos por Portlligat, y a partir de aquí en constante ascenso hasta el faro del Cap de Creus. Este tramo lo hago siempre al lado de Josep. No hay ninguna prisa por llegar arriba.

Una de las motivaciones de esta marcha es llegar al Cap de reus para poder ver el amenecer en el horizonte, pero devido a la niebla que nos acompaña, resulta una empresa dificil. Una vez llegamos, hacemos acopio del almuerzo que nos ofrece la organización. Increiblemente, cuando ya estavamos reposando el almuerzo, se hoye a lo lejos a Josep gritar que su suegro está subiendo las últimas rampas. Nos juntamos todos los participantes para rendirle un caluroso aplauso por tal esfuerzo, y dicho sea de paso, conocerlo.

Va llegando la hora de retomar la marcha. Volvemos con nuestras bicicletas hasta Cadaqués deshaciendo el camino. Una vez allí, y como parte de la organización del evento, un barco nos viene a recoger. Cargamos las bicicletas y vamos navegando por la costa hacia el puerto de Roses. Después de toda una noche pedaleando y despiertos, este viaje de poco más de 40 min. es como un somnífero letal. A la llegada a Roses hemos caido dormidos una gran mayoría de tripulantes.

Ya solo nos queda ir a ducharnos, cambiarnos y saborear la comida que la organización nos tiene preparada en un hotel de Roses. 

Ha sido una experiencia muy chula. Lástima de la baja d mi hermano, pues inicialmente me encontré muy solo. Tambén he conocido a gente estupenda, como el mismo Josep. Posiblemente repita otro año, poprque me quedó la espina clabada de no haber podido ver el amanecer desde el Cap de Creus.

Saludos,