El Mercat de Sant Antoni, es uno de los mercados más grandes e importantes de Barcelona. Lo constituyen tres mercados: el de frescos, es decir alimentos; el de ropa, también conocido como els Encants; y el Dominical que es de libros. Está localizado en una de las manzanas del distrito del Eixample de Barcelona, donde antiguamente se encontraba el Baluard de Sant Antoni, una de las principales entradas a la ciudad amurallada.
El edificio, inaugurado en 1882, fue diseñado por el arquitecto Antoni
Rovira i Trías. Fue el primer mercado que se hizo fuera de la ciudad antigua y
su ubicación obedece al plan original de Ildefonso Cerdá.
El edificio resultante causó impresión: estructura de hierro con
altísimos ventanales, con planta central circular con función panóptica y
cuatro brazos cruzados prolongándose como las aspas de un molino. Todo cubierto
y con amplias cornisas laterales para proteger las paradas exteriores del sol o
la lluvia.
Inicialmente la actividad comercial estaba destinada al comercio de comida. Muy pronto la oferta de alimentos se amplía a otras mercancías y alrededor del edificio se crea un Mercat dels Encants ocupado casi completamente por comerciantes del ramo textil y artículos para el hogar. Más tarde, el espacio también dio cabida a un tercer mercado: el Mercat Dominical de Sant Antoni. Libros nuevos y viejos, postales, posters, revistas, cromos, sellos… Los libreros y los coleccionistas de diversas pasiones se dieron cita con el público cada domingo convirtiendo este lugar en un raro ejemplo de mercado urbano con actividad cada día de la semana.
Desde 1936, gente todo tipo, entre los que se contaban intelectuales de prestigio (se dice que durante la dictadura de Franco en Sant Antoni se vendían o se intercambiaban clandestinamente libros prohibidos), acudían a comprar o simplemente a pasear entre sus abarrotados puestos.
Tras estas largas y discutidas obras, el mercado se ha reabierto en
2018. Se ha querido aprovechar la rehabilitación de estos más de 50.000 metros
cuadrados para construir aparcamientos y equipamiento urbano. Se han liberado
los patios interiores que antes se utilizaban solo para carga y descarga. Las
obras han hecho salir a la luz las joyas arqueológicas que guardaban las
entrañas del edificio: un tramo de la
Vía Augusta romana original, un tramo de las murallas del siglo XVII entre las
calles Urgell y Manso, el Baluart de Sant Antoni y una necrópolis, también de
la época romana.
Actualmente el mercado cuenta con 74 paradas repartidas concéntricamente
en el exterior del edificio, bajo unas marquesinas. Aglutinan especialidades
diferentes, que van desde el libro antiguo, de colección y descatalogado,
coleccionismo de postales y documentos históricos, cómics, carteles, películas,
cromos, videojuegos, y libro de ocasión y de segunda mano.
Fuente: Wikipedia.es; barcelonia.com
Carrer del Comte Urgell, 1
L’Eixample, 08011
Barcelona
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