Tours - Francia
El
mercado de Les Halles de Tours tiene una historia que se remonta al siglo XII,
cuando ya se realizaban mercados en la zona, conocida como el "carreau des
Halles". El concepto de construir un mercado cubierto en la ciudad nació
en 1832, pero no fue hasta 1861 que se reactivó el proyecto, que fue
encomendado al arquitecto Gustave Guérin. Inspirado por los pavillons Baltard
de París, Guérin diseñó un edificio de hierro y vidrio para adaptarse a las
nuevas tendencias arquitectónicas industriales de la época. La construcción
comenzó en 1863 y el mercado fue inaugurado el 15 de agosto de 1866 durante la
fiesta del Imperio.
El mercado de Les Halles rápidamente se convirtió en un punto de referencia en Tours, albergando una gran variedad de puestos de alimentos frescos y un mercado mayorista para los comerciantes locales. Su éxito obligó a las autoridades a ampliar la estructura, lo que ocurrió tras la demolición de la iglesia de Saint-Clément en 1883, cuando se incorporaron nuevas secciones al pabellón norte.
A lo largo del siglo XX, el mercado continuó siendo esencial para la vida de Tours, pero a medida que la ciudad se modernizaba, el mercado original comenzó a quedarse pequeño. En los años 60 y 70, el mercado de gros fue trasladado a la zona de Rochepinard, y las viejas estructuras fueron destruidas en 1976. La demolición de los antiguos pabellones dejó un vacío importante en la ciudad, conocido como el "trou des Halles".
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La nueva versión del mercado fue
inaugurada en 1980. Con un diseño moderno, el nuevo edificio es más funcional,
con un aparcamiento subterráneo y un espacio optimizado para el comercio. Sin
embargo, la nueva arquitectura, que utiliza acero, plexiglás y vidrio, fue
inspirada por la estructura del Forum des Halles de París. Aunque algunos
lamentaron la pérdida de la estética de los pabellones originales, la
modernización permitió mejorar las condiciones de trabajo de los comerciantes y
garantizar un ambiente más higiénico.
Uno de los elementos más
interesantes de Les Halles es la gran variedad de productos locales que se
pueden encontrar. En el mercado cubierto, los comerciantes venden productos de
la región de Touraine, como el vino de Chinon, que es reconocido por su calidad,
y el queso Sainte-Maure-de-Touraine, uno de los más emblemáticos de la región.
Además de estos productos, es común encontrar castañas, frutas de temporada,
pescados frescos del río Loire y embutidos caseros. Los mercados de Les Halles
se han convertido en un lugar en el que los productos autóctonos tienen un
espacio destacado, lo que permite a los habitantes de Tours y sus alrededores
acceder fácilmente a productos frescos y de calidad.
El mercado exterior que se monta
en la plaza cada día es igualmente importante. Es conocido por su ambiente más
relajado y su variedad de productos. En él se pueden encontrar desde flores
frescas hasta panadería artesanal, pasando por miel y especias locales. Los
puestos al aire libre no solo ofrecen alimentos, sino también artículos
artesanales y productos de temporada, lo que convierte a la plaza en un lugar
muy pintoresco y dinámico.
En cuanto a estadísticas, se
estima que alrededor de 150 comerciantes operan en el mercado de Les Halles de
Tours, distribuidos entre el mercado cubierto y el mercado exterior. A pesar de
la modernización de las instalaciones, el mercado sigue siendo muy popular
entre los locales, quienes lo consideran una parte fundamental de su vida
diaria.
El mercado también ha sido
testigo de diversos momentos históricos de la ciudad. Durante la Revolución
Francesa, por ejemplo, los mercados como Les Halles fueron puntos clave de
distribución de alimentos, y en tiempos de guerra, el mercado de Tours fue vital
para la provisión de productos a la población. Además, se dice que algunos
comerciantes han sido parte del mercado durante varias generaciones, lo que
añade un toque de tradición y continuidad a la historia del lugar.
Hoy en día, Les Halles de Tours
sigue siendo un lugar vivo, donde se mezcla la tradición con la modernidad. Los
turistas que visitan la ciudad tienen la oportunidad de conocer de cerca los
productos locales y disfrutar de la atmósfera única que ofrece el mercado,
mientras que los habitantes de la ciudad continúan confiando en él para hacer
sus compras diarias. Sin duda, el mercado de Les Halles sigue siendo una pieza
fundamental en la vida de Tours, no solo como un centro comercial, sino también
como un símbolo de la identidad y la cultura de la región.
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